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Una madre cabeza de hogar del barrio brisas de Provenza, ubicado en el sur de Bucaramanga, nos permitió llegar a su vivienda para conocer cómo disfruta su hijo los productos del PAE.

Fotografía: Jhon E. Garzón/Prensa Alcaldía de Bucaramanga


Melissa Polo, madre beneficiada / Josué Daniel Quintana Polo, estudiante IE Provenza

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“Para mi hijo es muy importante el Programa de Alimentación Escolar que entrega la Alcaldía de Bucaramanga”, con estas sinceras palabras, Melissa Polo, una madre cabeza de familia que habita una sencilla vivienda en el barrio Brisas de Provenza, valoró el servicio de refrigerios alimenticios que cada 15 días entrega la Alcaldía de Bucaramanga.

Por eso, cada vez que la Secretaría de Educación de Bucaramanga hace la convocatoria para entregar este servicio a los 33.879 estudiantes de escasos recursos de los colegios oficiales de Bucaramanga, Melissa esta siempre atenta y lista para llegar temprano a la institución educativa Provenza, en donde su hijo Josué Daniel Quintana Polo, de 11 años de edad, adelanta el cuarto grado.

Luego de las rigurosas medidas de salubridad que debe atender para ingresar a sus instalaciones y así recoger la sexta entrega del refrigerio escolar, la madre revisa los productos que le entrega la manipuladora de alimentos del operador PAE, y finalmente firma la planilla en señal de estar satisfecha con lo recibido.

Asimismo, Melissa recoge de los docentes las guías de estudio con los que su hijo adelanta las tareas escolares en casa.

Con los productos alimenticios y las guías de estudio en su poder, la madre se dirige a la vivienda distante 15 cuadras del colegio. Por empinadas escaleras y reducidos senderos, Melissa finalmente llega a su hogar en donde es recibida por su hijo, quien toma las precauciones antes que su progenitora ingrese a la vivienda.

Para este grupo familiar es importante y necesario cuidar con esmero cada producto que ha recibido del PAE. “En una cajita echamos lo que es el pan y las galleticas, las leches, y los dulces los metemos en la nevera para que no se llenen de hormigas”, narró.

Fotografía: Jhon E. Garzón/Prensa Alcaldía de Bucaramanga

Mientras su hijo avanza en las tareas escolares, dos galletas, leche y un dulce es puesto en la mesa de trabajo de Josué, quien reacciona dándose un merecido descanso para consumir con una gran sonrisa los productos frescos del PAE.

“La lonchera le fascina a mi hijo, le damos gracias a la Alcaldía de Bucaramanga porque siempre ha estado pendiente del programa PAE”, concluyó satisfecha Melissa Polo.

¡Sigámoslo haciendo bien!

 

Por: Édgar A. Sánchez

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