Situación de la salud de docentes en Santander es cada vez más delicada
Más de $ 100 mil millones debe la Fiduprevisora en Santander a la empresa contratada para la prestación del servicio en salud.

Fotografía: Jairo Bacca/ Prensa Alcaldía de Bucaramanga
Ana Yazmín Pardo Solano, subsecretaria de Educación Bucaramanga
La denuncia fue presentada en la reunión del IV Comité Territorial de Prestaciones Sociales del Magisterio que se llevó a cabo en la Alcaldía de Bucaramanga.
Durante este encuentro en el que participaron los entes territoriales certificados como Gobernación de Santander, Girón, Floridablanca, Barrancabermeja, Piedecuesta y Bucaramanga, con presencia de representantes de sindicatos, se denunció por parte de la U.T. Red Integrada Foscal-CUB la deuda de más de $ 100 mil millones por los servicios en salud que prestan a los docentes.
“La prestadora de salud manifiesta no tener toda la capacidad para poder prestar un servicio oportuno a los docentes”, señaló Ana Yazmín Pardo Solano, subsecretaria de Educación del Municipio.
Entre las dificultades que fueron denunciadas en este comité están las demoras en citas de medicina general en especial por medicina especializada, demoras para autorización de cirugías, tratamientos de post operatorios y el suministro de medicamentos- no todos son entregados-.
“Esta es una problemática de hace 2 o 3 años que no se ha resuelto de fondo”, precisó la funcionaria.
Esta situación, según la Subsecretaria de Educación del Municipio, fue puesta en conocimiento del Ministerio de Educación Nacional y de la Fiduprevisora. Se está a la espera de una solución al problema planteado.
La funcionaria manifestó que ha recibido la solicitud de los docentes para que la empresa prestadora del servicio de salud, muy a pesar de la situación que tiene, garantice un servicio más humano y amable, con mejores instalaciones e información a los usuarios.
En la reunión del comité también fue tratado el tema de prestaciones económicas como pensiones y cesantías del magisterio y el hecho de que los docentes no estén protegidos por riesgos profesionales.
Por: Édgar A. Sánchez